El Ayuntamiento de Valencia ha abierto expedientes a nueve locales de alterne del entorno de la calle de Viana, centro de la protesta de asociaciones vecinales y cívicas que el jueves denunciaron la pasividad ante la explotación sexual y la trata de mujeres en el barrio de Velluters. Los expedientes, sin embargo, solo se refieren a las actividades que permite la licencia de los locales, o a denuncias por exceso de ruido e incumplimiento de horarios. La actuación en caso de "posibles delitos" se deriva hacia la Policía Nacional y la Delegación del Gobierno, según explicaron fuentes municipales. Los expedientes, iniciados a partir del primer trimestre de 2006, están en tramitación.
Los vecinos afirman que comenzaron a denunciar la situación de los locales de alterne hace año y medio y ahora quieren trasladar su queja contra el Ayuntamiento a la Fiscalía. La alcaldesa, Rita Barberá, sin embargo, afirmó ayer desconocer "personalmente" las protestas contra la zona de alterne situada a menos de 600 metros del Consistorio. Barberá ofreció la "máxima colaboración de todos los servicios" municipales en la atención a un barrio degradado desde hace años. El coordinador de Esquerra Unida en Valencia, Amadeu Sanchis, exigió una intervención "inmediata" en el barrio.
Barberá también anunció un recurso contra el segundo deslinde en la zona de El Saler aprobado por la Dirección General de Costas. La alcaldesa exigió que la parte del monte de la Devesa convertido en suelo de dominio público siga en manos municipales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de abril de 2008