Aunque nacido en Las Palmas de Gran Canaria, Pablo Díaz-Reixa reside en Barcelona y es allí, de hecho, donde dio sus primeros pasos musicales en el circuito underground. Su nombre se relaciona con los grupos Albaialeix y Coconot, pero fue a finales del pasado año cuando protagonizó un efervescente y festivo revuelo a propósito de la publicación de su disco Alegranza. Lo sacó bajo el alias de El Guincho y pronto se convirtió en la comidilla del patio alternativo. Lo bueno es que, esta vez, había motivos de sobra para confiar en quienes presentaban a El Guincho como una de las sorpresas más estimulantes de la temporada: Alegranza es un excitante, sabroso y, sobre todo, original combinado sonoro que conjuga pop y electrónica con un sentido del ritmo y un desparpajo espectaculares. Un mosaico del mil colores que picotea del tropicalismo, el calypso, la psicodelia, el afrobeat y, al menos, de un millón de ingredientes más. Explosivo y muy efectivo para bailar sin tregua con una sonrisa de oreja a oreja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de abril de 2008