Joseba Egibar, presidente del PNV en Guipúzcoa, mantiene el pulso con la dirección de su partido que encabeza Iñigo Urkullu, que la pasada semana le obligó a rectificar su decisión de no apoyar la moción de censura contra ANV en Mondragón por no condenar el asesinato de un ex edil socialista.
El dirigente de la corriente soberanista admitió el viernes ante la asamblea regional extraordinaria que acatará la decisión impuesta por la ejecutiva de presentar la moción, pero logró el apoyo incondicional de ese órgano para aprobar una crítica sin paliativos -"una queja por su forma de proceder"- a la dirección.
El texto aprobado subraya que no puede haber "una actuación más nefasta" que la que ha tenido el partido en este caso. Además de quejarse de los mensajes "contradictorios" que emite el partido, manifiesta el "malestar" por la rectificación a Egibar, que ha introducido "más confusionismo" en su electorado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2008