Entraba tanto humo en la casa que Nelly Mieles decidió que había que sacar a los niños como fuera. Envolvió al hijo de su prima, de tres años, en varias sábanas, y lo descolgó desde el tercer piso en el que viven, en calle de los Hermanos de Pablo, en Ciudad Lineal. "No se asustó porque lo tapé para que no viera nada. Su mamá, arriba, lloraba sin parar", relataba ayer. Abajo esperaba otro familiar, también ecuatoriano, que se había descolgado antes usando varias sábanas anudadas. Cuando estaban a punto de hacer lo mismo con otro pequeño, un recién nacido de 22 días, los vio la Policía Municipal y les avisó de que los bomberos ya estaban allí.
El incendio, que se declaró ayer hacia las cinco de la tarde en el segundo piso, afectó sólo a una habitación y no tuvo mayores consecuencias, según informó Emergencias Madrid. Los ocupantes de la casa salieron por la escalera y se dejaron la puerta abierta, lo que llenó de un humo negro y denso el edificio. El pánico hizo que, en lugar de encerrarse y alertar a los servicios de emergencias, los habitantes del tercero intentaran descolgarse por el patio de atrás. Los bomberos -que tienen un parque muy cerca, en Manuel Becerra- llegaron en cinco minutos. El Samur se aseguró de que el niño de tres años y Siedo, maliense de 28 años, que también vive en la casa y se había descolgado, estaban bien y trasladó al hospital al recién nacido por precaución, aunque no sufrió lesiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2008