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Walter Veltroni / EFE
A ritmo lento pero constante, Italia empezó a votar ayer a las ocho de la mañana. Cuando esta tarde, a las tres, cierren las urnas, se sabrá si ha elegido pasado o futuro. Sólo dos años después de las últimas elecciones legislativas, algo más de 47 millones de italianos deciden de nuevo, otra vez a cara o cruz, derecha o centro-izquierda, a quién encomendar un país golpeado por la crisis y la burocracia.
Berlusconi exige un Gobierno fuerte y la izquierda sueña con ganar el Senado
El Ejército ruso está agitado. La culpa de ello la tienen las reformas que está introduciendo el ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov. Dos de las novedades han provocado especial resistencia. Se trata de los planes de reducir el excesivo número de oficiales y los de subastar los terrenos que el Ejército ya no ocupa.
El presidente de Kenia, Mwai Kibaki, anunció ayer la formación de un Gobierno de coalición que debería poner fin a la grave crisis que ha vivido el país, la peor desde la independencia en 1963, y que ha costado la vida a más de 1.500 personas y la expulsión de sus casas de otras 600.000, según datos de la BBC.
En contra de todos los pronósticos, los maoístas parecen haber ganado con holgura las elecciones celebradas el pasado jueves en Nepal para elegir una Asamblea constituyente que haga las veces de Parlamento y redacte una nueva Constitución que convierta en una República democrática el único reino hindú existente en el planeta.
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