Como el señor de un castillo con buenas defensas, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, retó ayer a quienes han rodeado sus murallas de rumores a demostrar su poder. "Si alguien quiere ofertar por Iberdrola, que oferte, y si no, que calle". Fue un mensaje destinado, sobre todo, a la eléctrica estatal francesa EDF, pero no sólo a ella.
Porque en Bilbao, y a pocas horas de celebrar una junta de accionistas en la que propondrá un aumento del dividendo del 44% (hasta 1.353 millones de euros), Sánchez Galán repartió recados. A su socio más incómodo, la constructora ACS (con un 12,2% de las acciones de la eléctrica de forma directa e indirecta), le recordó -sin mencionarla directamente- que en cualquier posible operación, todos los accionistas serán tratados igual. También hubo recado para Gas Natural, controlada por Repsol y La Caixa. "No hay acuerdo ni proyecto de acuerdo con Gas Natural ni con sus accionistas", aseguró Galán.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de abril de 2008