Tony Curtis inauguró ayer en los almacenes Harrods de Londres una exposición con algunos de sus cuadros. Mohamed al Fayed recibió en su casa a la estrella de Hollywood que, a sus 83 años, se mueve en silla de ruedas, y cuyo rostro está muy deteriorado por las numerosas operaciones de estética a las que se ha sometido.
Su pasión actual es la pintura, y, en su casa de Hawai, crea obras impresionistas por las que luego japoneses y norteamericanos pagan miles de dólares. "En la buena pintura, lo interior se hace exterior, y viceversa. También en el cine. En Picasso, puedes ver la parte anterior, la posterior y el perfil de un rostro. Algo no muy diferente a una película", dice.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de abril de 2008