La modesta Semana de Cine de Medina del Campo se consolida como un festival riguroso y con futuro que, además de encontrar su camino, ha empezado este año a explorar nuevas posibilidades. El certamen medinense, que en sus orígenes estaba dedicado casi exclusivamente al cortometraje, se atrevió este año a exhibir seis largos no estrenados en España.
El certamen, que acaba de cumplir su vigésimoprimera edición, bajó anoche el telón tras la entrega del Roel a los trabajos que han merecido el favor del público, que otorga con sus votos el galardón y el premio en metálico. En el apartado de cortometrajes, el de Oro fue para Miente, de Isabel de Ocampo, que cuenta la historia de una joven inmigrante obligada a prostituirse y que desea hacer un regalo de cumpleaños a su hermana llegando a arriesgar su vida para conseguirlo.También fueron premiadas obras como Padam, de José Manuel Carrasco, y Heterosexuales y casados, de Vicente Villanueva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de abril de 2008