Suena el himno punk, God save the Queen, de los Sex Pistols. Nada que objetar, salvo que miremos a nuestro alrededor. Hora: la una del mediodía, demasiado temprano para los alaridos de Johnny Rotten. Audiencia: Iñaqui, 11 años; Lidia, 10 primaveras; los gemelos Jorge y Jandro, que no llegan a los tres años, y docenas de críos de similares edades. Intérpretes: Los Misterios, cuyo líder viste como un rockabilly. Todo muy raro, ¿no? Fundamentalmente, todo muy divertido.
Ocurrió ayer en San Blas, en el coqueto Auditorio del Parque del Paraíso y dentro la última jornada del III Festival Cultura Pop. El nombre del espectáculo era el siguiente: Concierto didáctico para niños. La historia del siglo XX contada a través del rock.
Unos 200 espectadores (padres con sus hijos, abuelos y alguna pareja) se preparaban para, en una hora, conocer la historia de la música popular. En el escenario, una pizpireta Marta iba ilustrando el cuento con datos, para luego dar paso a la música de Los Misterios. "Todo comenzó en 1955 con Bill Haley & The Comets". Y la banda interpretaba un incendiario Rock around the clock. Luego llegó Elvis, y los años sesenta. La conductora seguía su relato: "Los jóvenes estaban hartos de que les dijeran cómo vestir y cómo pensar, y decían: 'prohibido prohibir'. Todos conmigo". Y los críos, ante la mirada complaciente de sus progenitores, gritaban: "¡Prohibido prohibir!".
Sonaron Twist and shout, de los Beatles; Surfin' Usa, de los Beach Boys, y una versión rockabilly de Blowin' in the wind que hubiese provocado el baile hasta de su autor, Bob Dylan. Era la mitad del espectáculo y parecía que los padres disfrutaban más que sus vástagos. "Ya no me acuerdo del último concierto al que fui", comentó Sergio, un cuarentón, mientras levantaba la mano con los cuernos para corear Smells like teen spirit, de Nirvana. Su hijo, a su lado, le imitaba. Mientras, Guillermo, de 12 años, definía lo que para él es el rock and roll: "No ir al colegio".
El final llega con la irrupción del hip-hop. La profesora Marta pide un voluntario para improvisar un rap. Sube al escenario Iñaqui, de 11 años. La banda marca el ritmo y el crío se arranca con Baila el Chiki Chiki: "El Chiki chiki mola mogollón...". Si Elvis levantara la cabeza...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de abril de 2008