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Entrevista:LA INJUSTICIA DE LA JUSTICIA | PEDRO MARTÍNEZ - Fiscal del caso

"Las víctimas ya no odian"

Las quejas de los ciudadanos se acrecientan, y vienen de antaño. Con el 'caso Promocisa', una estafa que golpeó hace 30 años a 3.000 ciudadanos que soñaban con una vivienda en propiedad, EL PAÍS inicia una serie sobre los procesos que ponen en evidencia las deficiencias del sistema judicial.

El fiscal que defendió a las víctimas del caso Promocisa, Pedro Martínez, se topó con este sumario cuando las diligencias llevaban años paradas en las estanterías de los juzgados y de la propia Audiencia de Madrid. Era lo que algunos jueces llaman "un marrón". Martínez tuvo que estudiarse sobre la marcha más de 50 tomos para formular la acusación, que ahora ha confirmado el Supremo, y evitar que la vista volviera a suspenderse.

Pregunta. ¿Cómo es posible que la justicia tarde 30 años en juzgar un asunto? ¿Qué ha fallado?

Respuesta. El sistema mismo, que ha demostrado su incapacidad para hacer la gestión procesal de estos macrojuicios. Éste es un caso excepcional, hablamos de 3.000 perjudicados.

P. ¿Qué recuerda del juicio?

R. A los perjudicados, su entereza y su dolor. Sus testimonios de vidas rotas, de ilusiones frustradas, pero también su templanza y la ausencia de odio. No había odio en sus palabras. Han sido capaces de aguantar 30 años, y fueron engañados varias veces, incluso por quienes pretendían ayudarles. Pero aguantaron, fueron capaces de asistir al juicio y testificar, y sus palabras convencieron al tribunal.

P. ¿Qué armas hay hoy para afrontar un proceso de esta envergadura?

R. Hoy disponemos de tecnología avanzada en la gestión de la información, de redes telemáticas que pueden y deben ser aplicadas a la justicia, para que sea más transparente, más asequible a los ciudadanos. Pero existe una resistencia intrínseca, que nos impide romper con el secretismo y el oscurantismo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de abril de 2008