He leído que Eduardo Aguirre, embajador de Estados Unidos en España, ha dicho que "le extraña que a España no le repugne trabajar con Castro".
Ante esta aseveración por parte de un diplomático sólo me queda hacer memoria de algunas actuaciones de su país en el mundo. La invasión de la isla de Granada, la de Irak, la de Afganistán, la guerra de Vietnam, la de Corea, la prisión de Guantánamo, etcétera.
Entre todas estas actuaciones no debemos olvidar también las intervenciones directas de agentes de la CIA americana en diversas partes del mundo para desestabilizar Gobiernos.
La diplomacia debe ser la conducción de las relaciones internacionales por negociación, más que por la fuerza o la propaganda, y por otros medios pacíficos que están directa o indirectamente diseñados para promover la negociación. Una actividad esencialmente política y una institución del sistema internacional que este representante americano parece ignorar. Cuba nunca ha invadido ningún país. Habrá cooperado para su desarrollo, pero de esto a establecer una situación bélica como sí lo ha hecho Estados Unidos hay una gran diferencia. Sinceramente debemos exigirle menos prepotencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de abril de 2008