Leo este domingo el artículo El 'show' de Silvio y metonímicamente me deslizo por los Sarkozy, Bush, Putin y otros líderes de la primera división del mundo occidental. Pego un salto cualitativo y me encuentro con Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales, Correa, Cristina Kirchner y otros personajes latinoamericanos y africanos. Y me pregunto: ¿por qué los primeros reciben un trato considerado y sus actuaciones, hasta las más lamentables, inspiran en el peor de los casos comentarios divertidos, ocurrentes, críticas medidas y respetuosas, charlas de salón distendidas, mientras los segundos se convierten para los que estamos de este lado del mundo en impresentables, populistas, dictadores feroces, horteras y corruptos, asesinos y otras muchas lindezas?
¿Cuál es la vara con que se mide esta realidad en la que estamos? Está claro que saliendo de nuestra burbuja primermundista, el mundo es malo, atrasado y, por supuesto, equivocado. La verdad, no nos enteramos de lo que hay afuera. Una pena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de abril de 2008