Alrededor de 200 personas, entre amigos y familiares, dieron ayer el último adiós a la joven de Pilar de la Horadada, cuyo cadáver fue hallado el lunes en una balsa de riego. La misa funeral en memoria de la víctima, Laura Jiménez, de 19 años, se celebró a partir de las 10 horas en la iglesia parroquial Nuestra Señora del Pilar. Tras el oficio religioso, y conforme a la tradición funeraria del municipio, se colocó el féretro de la joven en el centro de la plaza anexa a la iglesia, donde los familiares permanecieron sentados mientras los vecinos desfilaban ante los restos mortales para despedir a la joven.
Cinco días después del hallazgo del cadáver, la policía aún no ha esclarecido el crimen ni ha practicado ningún arresto. La investigación apunta al ex compañero sentimental de la joven, Danilo, un hombre ecuatoriano de 30 años, como principal sospecho del brutal crimen. El hombre se encuentra en paradero desconocido desde el pasado día 7, cuando dejó de acudir a su centro de trabajo, una empresa ubicada a 500 metros del embalse donde fue hallado el cadáver de Laura. El cuerpo sin vida de la joven estaba en avanzado estado de descomposición, atado de pies y manos con el cordón d una bota. La autopsia ha revelado que la mujer murió por estrangulamiento.
No obstante, la policía sospecha que el criminal no actuó solo y busca a un cómplice. El autor del asesinato, según la investigación, necesitó la ayuda de una segunda persona para lanzar el cadáver al fondo del estanque, rodeado por una valla de uno 1,80 metros de altura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de abril de 2008