La Generalitat ha destinado 177,4 millones de euros al pago de gastos financieros, esencialmente intereses derivados de la deuda pública, hasta el 30 de marzo. En el capítulo de inversiones reales, sin embargo, apenas ha consumido 129,8 millones. El presupuesto para 2008 prevé 367 millones de euros para gastos financieros en todo el año mientras que las inversiones reales deberían alcanzar los 954 millones a final del ejercicio. Hasta marzo, según el estado de tesorería de las arcas públicas difundido ayer por primera vez desde el pasado diciembre, está claro que los acreedores son más puntuales que los responsables de ejecutar las inversiones del Consell.
Francisco Camps, presidente de la Generalitat, adelantó el jueves en las Cortes que solicitará a Pedro Solbes, vicepresidente económico del Gobierno, un margen para cerrar el presupuesto de 2008 con un déficit de un cuarto de punto del PIB. Camps argumentó que necesita ese margen para mantener "un esfuerzo inversor" desde la Generalitat que cifró en 3.000 millones de euros a año.
A la vista de los datos de ejecución presupuestaria al final de marzo, Ángel Luna, portavoz socialista en las Cortes, acumuló las inversiones reales con las transferencias de capital para obras finalistas "un total de 270 millones de euros de inversión en este trimestre", y se preguntó: "¿Cómo van a llegar a los 3.000 millones?". También se preguntó a qué responde el interés por ampliar su capacidad de endeudamiento cuando cerró el presupuesto de 2007 con un superávit de 338 millones de euros.
En el mismo sentido, Luna alertó sobre el calibre de las operaciones extrapresupuestarias que recoge el estado de la tesorería -2.247 millones de euros en el capítulo de ingresos-, cuyo volumen es similar al movimiento de fondos según las previsiones de las cuentas aprobadas por las Cortes. "¿Qué son, de dónde salen, por qué criterios se rigen?", se preguntó Luna, "porque tenemos alguna sospecha en relación a que estos fondos extrapresupuestarios pueden estar encubriendo préstamos a corto plazo".
Ricardo Costa, portavoz del PP, salió al paso de las "sospechas" de Luna con un ataque a Pedro Solbes, quien admitió tras el Consejo de Ministros que las previsiones de crecimiento del Gobierno para 2008 se recortan de un 3,1% a un 2,3%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de abril de 2008