Han agotado todas las fuentes de ingresos posibles, incluidas las de sus familiares más próximos. Y, tras cobrar en los últimos dos años tan sólo el 20% de sus sueldos, sus bolsillos están vacíos. Pero los jugadores del Levante desconvocaron finalmente anoche la huelga que tenían anunciada para este fin de semana, la cual habría impedido la disputa mañana de su partido contra el Recreativo en Huelva. Rubiales, uno de los capitanes, había confirmado el paro tras el trabajo matinal de ayer: "Mañana [hoy] no se entrena". Aun así, el equipo tenía pensado viajar a la ciudad andaluza acompañado de dos abogados de la AFE por si se hubiera llegado a un acuerdo de última hora y se hubiese podido disputar el encuentro. Éste, sin embargo, ya tiene garantizada ahora su celebración al aceptar la plantilla las nuevas condiciones del club para abonar lo que le adeuda.
El Ayuntamiento de Valencia y una financiera avalan ocho millones
En las últimas horas se acentuaron las reuniones de los dirigentes del club con el Ayuntamiento de Valencia, con entidades bancarias y con los propios jugadores después de que el consistorio propusiera coavalar una cuenta de crédito por valor de ocho millones. Esta opción no invitaba inicialmente al optimismo, ya que el club no podía avalar su parte, cuatro millones, pues sus propiedades están embargadas. No obstante, una financiera acordó con el consejo avalar su parte, por lo que en pocos días tendrá liquidez.
Con todo, la "garantía total de cobro" que han exigido desde el principio los futbolistas no se salda con los ocho millones, ya que en total se les adeudan 18. Sólo el compromiso por escrito de que el Ayuntamiento recalificará el estadio garantizaría dinero suficiente. Pero la corporación no ha firmado aún ese compromiso, anunciado en octubre.
El nerviosismo por la situación tensa que se había planteado ya no sólo atacaba a los levantinistas. Si no hubiesen jugado un partido, habrían perdido tres puntos, el descenso a Segunda sería ya matemático y el club sería multado. Y, si hubieran llegado a no jugar un segundo encuentro, habrían bajado una categoría más y se habrían eliminado todos los puntos conseguidos por otros equipos frente a ellos en la segunda vuelta. Así, el Atlético habría perdido una posición en beneficio del Racing, el Almería habría bajado dos y el Valladolid se habría colocado en zona de descenso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de abril de 2008