Casi 11.000 ciudadanos portugueses trabajan en Galicia de forma reglada, en torno a 7.800 en las grandes obras de infraestructuras, pero las autoridades laborales reconocen que existe una bolsa indeterminada de mano de obra que acude a la comunidad sin que se haya producido la obligada comunicación sobre desplazamientos de trabajadores transfronterizos.
Es el caso de muchos trabajadores que van cada día o semanalmente desde Portugal a obras de Galicia, que, al cotizar por la Seguridad Social lusa, no figuran de forma fidedigna en ningua estadística. Por ello, entre otras medidas, la Consellería de Traballo va a proponer que, dentro del plan de inspección conjunta con Portugal, la Guardia Civil de Tráfico colabore para controlar estos desplazamientos transfronterizos.
"El derecho del trabajador a ir y volver es un derecho individual que no queremos cercenar, pero queremos que se haga en las condiciones adecuadas", aseveró el conselleiro de Traballo, Ricardo Varela, para explicar la necesidad de controlar las rutas del movimiento transfronterizo de mano de obra, y garantizar así que el transporte cumpla con las autorizaciones específicas. La Xunta requerirá a Portugal que incremente sus propios controles para comunicar a Galicia de forma más precisa cuántos ciudadanos desempeñan su puesto de trabajo a la comunidad gallega.
De los 33 fallecidos el año pasado en la construcción, cinco fueron operarios portugueses, lo que representa el 15,15% de los siniestros mortales. Cuatro de estas cinco víctimas fallecieron en accidentes de tráfico, de forma que los trabajadores lusos representaron el 44,44% del total de muertes in itinere en la construcción gallega.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de abril de 2008