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El PSC apoya que Castells se alíe con comunidades del PP para la financiación

Montilla ordena poner punto final al debate del grupo parlamentario propio

El PSC ha decidido hacer oidos sordos a la petición de José Luis Rodríguez Zapatero para que los socialistas de todas las comunidades acuerden un punto de partida común para negociar el nuevo sistema de financiación de las autonomías y en especial de Cataluña. Al presidente del Gobierno, como él mismo hizo notar en la reunión del Comité Federal del PSOE del sábado, no le ha gustado el acercamiento entre Cataluña y Valencia en torno al sistema de financiación diseñado por Antoni Castells.

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Sin embargo, la ejecutiva del PSC apoyó ayer al consejero de Economía y le encomendó que continúe con los contactos con otras comunidades, del color político que sean, para hacer pedagogía y buscar eventuales aliados.

El PSC, como el PSOE, quiere evitar que las conversaciones sobre la financiación deriven en un debate tan agrio -y con tintes anticatalanes- como el que rodeó la negociación del Estatuto. El partido quiere explicar el modelo propuesto por Castells a cuantas más comunidades mejor, sean del PSOE o del PP. El PSC considera importante el acercamiento logrado con Valencia, por ser una comunidad con problemas parecidos a los de Cataluña y por tratarse de uno de los principales feudos del PP. El portavoz del partido, Miquel Iceta, lo dijo bien claro tras la reunión de la ejecutiva de ayer: "Le hemos pedido al consejero que mantenga e incremente sus contactos".

Una de las claves del encargo es evitar que el debate se reduzca a un enfrentamiento entre comunidades pobres y ricas. Ello incomoda enormemente al PSC, que entiende que es injusto calificar a Cataluña de comunidad rica sin más. Los socialistas catalanes recuerdan que, tras aplicar criterios de solidaridad, la inversión pública por habitante en Cataluña acaba siendo menor que la de Extremadura. Por eso, Iceta pidió huir del debate en estos términos "a no ser que se entienda a Cataluña como una comunidad pobre", dijo.

Castells tuvo protagonismo en la reunión de ayer por otro asunto alejado de la financiación. El primer secretario del partido pareció cortarle las alas al consejero de Economía al pedir que se ponga fin al debate de si el PSC debe o no recuperar el grupo parlamentario propio en el Congreso, petición a la que ayer se sumó el ex vicepresidente del Gobierno Narcís Serra. "La legislatura ha empezado y el plazo para formar grupos ha expirado", dijo Montilla, palabras que Miquel Iceta repitió después ante los periodistas.

La petición de poner punto final a esta discusión llegó cuando la ejecutiva del partido discutía las ideas que los socialistas catalanes deben aportar al congreso del PSOE, previsto para el primer fin de semana de julio. Castells insistió en la idea de preservar lo que tradicionalmente se había descrito como "doble alma" del PSC, la socialista y la catalanista. Otros dirigentes, como Montserrat Tura, abogaron por superar este discurso partiendo de que catalanismo y socialismo son dos conceptos indisociables de lo que representa el PSC y que debe reforzarse el discurso federalista.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2008