José María Fernández, de 37 años, escuchó como la fiscal pedía para él 17 años de cárcel por matar el 23 de agosto a las 13.30 de varias cuchilladas a Salvador Mestre, El Doris. Ambos se encontraron en la puerta de la iglesia de San Francisco, en Oliva, pidiendo limosna. Discutieron y el enfrentamiento acabó en tragedia. Así lo considera el ministerio público, que aseguró ante el jurado, en la Audiencia de Valencia, tener pruebas para afirmar que el procesado es el autor. Idéntica tesis sostuvo la acusación particular.
La defensa negó la mayor: "Mi representado no estuvo allí cuando ocurrieron los hechos". Por ello, pidió la libre absolución. Según el letrado del acusado, los testigos "no son testigos directos", y pidió que, de considerarlo culpable, "el castigo no es una solución para una persona que, por razones de humanidad y justicia debe ser absuelta".
Contra el acusado, con un retraso mental leve y que no quiso contestar a muchas preguntas, pesan los testimonios de los testigos y un cuchillo manchado de sangre que llevaba cuando fue detenido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de mayo de 2008