Las autoridades chilenas ordenaron ayer la evacuación de todas las personas que permanecían aún en la sureña localidad de Chaitén, tras recrudecerse la erupción del volcán del mismo nombre, que comenzó a emitir lava. Cerca de 8.000 personas, de un total de 12.000 habitantes de las localidades de Chaitén, Futaleufú -ubicada a 70 kilómetros del cráter- y Palena, habían sido evacuadas de la zona hasta ayer.
Una enorme nube de humo y cenizas emanó minutos antes de que se diera la orden de desalojo desde el cráter del volcán, situado a sólo 10 kilómetros de Chaitén, donde aún permanecen unas 250 personas, entre policías, militares, periodistas, bomberos y algunas autoridades locales. La nube alcanzó a Argentina.
El volcán, que entró en erupción el pasado viernes, comenzó a expeler lava y otros materiales sólidos. Las fuerzas del orden dirigieron los evacuados hasta el mar, donde les esperaban barcos de la marina listos para zarpar.
Hasta la prensa
"La situación es de suma complejidad", dijo el intendente de la región de Los Lagos, Sergio Galilea. La evacuación "debe ser total, completa y absoluta, lo que incluye a las cerca de 200 personas que no querían abandonar la zona, a las fuerzas de seguridad e incluso los equipos de prensa que permanecen en el sector", añadió.
En Santiago, interrumpiendo las actividades que encabezaba en el Palacio de La Moneda, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, expresó su esperanza de que el desalojo se complete con éxito, al tiempo que elogió la capacidad y eficiencia con que los organismos de seguridad, de los servicios de emergencia y autoridades locales han afrontado la situación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de mayo de 2008