Barack Obama tiene casi en el bolsillo la candidatura demócrata para competir por la presidencia de EE UU. Ha arrasado en las primarias de Carolina del Norte y, aunque Hillary Clinton ganó las de Indiana, la victoria fue ajustada. De las seis primarias pendientes, Obama es favorito en tres, por lo que sólo un error mayúsculo puede arrebatarle el triunfo.
El candidato ha logrado borrar el trago amargo de Pensilvania y los embates de su ex asesor espiritual, el pastor Wright. En su último discurso, Obama puso fin a su batalla con Hillary y empezó su guerra contra el candidato republicano, John McCain.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de mayo de 2008