Todo tiene un límite. Para lo bueno y lo malo. Hasta ahora, a Los Ángeles Lakers la vida les iba de cara. En días buenos o no tanto, al final se llevaban el premio mayor. Imponían el tipo de partido que les convenía. Lo que no hacía Bryant lo ponían Gasol y Odom. Con un poquito de cada uno y cada cosa tiraban para delante, pues en la balanza las buenas obras pesaban más que las malas. Pero en el tercer encuentro de la eliminatoria contra Utah Jazz los Lakers traspasaron el límite de seguridad con una actuación gris tirando a negra.
Nada salió de la forma a la que nos tienen acostumbrados. Nadie mejor que Gasol para representar lo ocurrido. Jugó el peor partido desde que llegó a Los Ángeles. Desacertado y fuera de foco, se peleó, como luego reconoció, con todo el mundo, lo que le llevó a terrenos emocionalmente perjudiciales. Sólo un jugador le superó negativamente, y éste sí puede ser un problema mayor, pues lo de Gasol no deja de tratarse de algo anecdótico. Farmar, base suplente de Fisher, se encuentra en caída libre. Después de una temporada inicial aceptable, ha entrado en una alarmante dinámica. Cada noche empeora sus registros. Con Fisher metido en problemas de faltas desde el primer cuarto, Farmar fue una losa que ni dirigía ni anotaba y llenaba su estadística de malas decisiones.
UTAH JAZZ 104 - LOS ÁNGELES LAKERS 99
Utah Jazz: Williams (18), Brewer (6), Boozer (27), Kirilenko (12) y Okur (22) -equipo inicial-; Harpring (12), Korver (5), Millsap (2) y Price (0).
Los Ángeles Lakers: Fisher (13), Bryant (34), Radmanovic (8), Odom (13) y Gasol (12) -equipo inicial-; Farmar (0), Walton (11), Turiaf (8) y Vujacic (0).
Árbitros: Mauer, McCutchen y Bavetta. Pitaron falta técnica a Jerry Sloan, el entrenador de los Jazz. Eliminaron por personales a Kirilenko.
Unos 20.000 espectadores en el Energy Solutions Arena, de Salt Lake City. Los Lakers dominan la eliminatoria por 2-1.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
23-23
29-20
27-29
25-27
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Con ninguno de los de amarillo en su mejor versión, ganar en el campo más difícil de la NBA resulta tarea complicada. No imposible, pues, con todo lo dicho, aun así tuvieron su momento (92-95 a falta de tres minutos), lo que, sin duda, es la mejor noticia para los Lakers. Si en una noche tan deficiente terminan teniendo opciones... Pero esta vez no se concretaron por tres canastas consecutivas del héroe del partido, Boozer. El sol radiante que calentaba a los Lakers no podía ser eterno y tampoco los nubarrones que seguían al pívot de Utah. Errático en los dos primeros partidos, al amparo de su ruidoso público estuvo imperial (27 puntos, ¡20 rebotes!), ganándole la partida a todos los que se le pusieron por delante, empezando por Gasol.
Gracias a él, a los triples de Okur, que, al ritmo que lleva, terminará tirando desde medio campo, y a una agresiva defensa no exenta de permisividad arbitral, la serie sobrevivió al tercer acto y hoy mismo se celebrará el cuarto. Como derrotados, toca mover a los Lakers. Tampoco necesitan tanto. Basta con que no se pongan todos de acuerdo en tener otra mala noche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de mayo de 2008