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CARTAS AL DIRECTOR

Viviendas de protección oficial

L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona

He podido vivir en mis propias carnes este mes cómo mi madre era seleccionada por sorteo para una vivienda oficial, cómo se ha ido complicando la cosa a medida que llegaba el momento de la respuesta y cómo finalmente denegaban la posibilidad de concedernos el piso.

La cuestión es que nosotras vivimos en una vivienda de alquiler desde hace 11 años y ésta era nuestra oportunidad para conseguir una vivienda "digna". Pero, claro, llegó el problema de que mi madre no llegaba al dinero mínimo que pedían. Razones: soy menor y estudiante, por tanto sin nómina, aunque me quedan meses para cumplir los 18 y poder entrar en el mercado de trabajo. Mi madre lleva sufriendo una enfermedad durante tres años, por lo que sus beneficios han sido menores al estar de baja en la Seguridad Social. Además, ya no tiene la opción de presentarse más.

Mi pregunta es: ¿qué razón es prioritaria: ayudar a la gente necesitada o asegurarse de no perder dinero para los bolsillos de los altos cargos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2008