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El precedente de Benidorm

La primera experiencia de la Generalitat en el ámbito de los parques temáticos no ha sido un camino de rosas, sino al contrario, un campo minado con negativos episodios financieros. La historia del parque temático Terra Mítica de Benidorm, apuesta personal del ex presidente del Consell Eduardo Zaplana, ha estado marcada por su fragilidad financiera. Ayer, se conocieron nuevos flecos de su convulsa economía. El consejero de Hacienda, Gerardo Camps, admitió en las Cortes Valencianas que la dirección del complejo dotó en 2006 una provisión para riesgos y gastos de 6,8 millones, tras una reclamación del Gobierno para reintegrar una subvención de la Unión Europea de 14,5 millones. Mientras, el Tribunal Superior de Justicia ha ordenado al Consell devolver a FCC 48.000 euros de una multa por estar notificada fuera de plazo.

Las pérdidas llevaron a la dirección del complejo a la suspensión de pagos en 2005. La crisis se cerró con la venta de reserva de suelo. Las finanzas del complejo están alzando el vuelo y el parque cerró sus dos últimos ejercicios con un beneficio operativo (cuenta de explotación) de 1.164.000 euros. El beneficio neto después de impuestos, también por segundo año consecutivo, fue de 19.605.000 euros. El parque arrastra aún una deuda a largo plazo de 22 millones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de mayo de 2008