José Luis Rodríguez Zapatero recurrió ayer a la ironía para referirse a los problemas internos del PP. "Son tantas las cosas que pasan cada día que cualquier opinión puede ser desmentida al día siguiente", dijo en una rueda de prensa con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
"No es fácil, incluso para los que podéis ser expertos en análisis político", agregó. No dijo más, pero fue suficiente para trasladar la idea de que en el PP hay un guirigay, algo que los ciudadanos no perdonan a los partidos.
Más se explayó cuando se le preguntó por la reforma de la financiación autonómica. Señaló que su objetivo es "mejorar la dotación de la Sanidad y la Educación pública" y se mostró convencido de lograr un "acuerdo global" con las comunidades, incluidas las gobernadas por el PP. Advirtió, eso sí, de que el sistema debe garantizar la financiación del Estado central, que retendrá "por encima del 50% del gasto público total".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de mayo de 2008