La portavoz de Iniciativa per Cataluña (ICV) en Tarragona y número dos en las pasadas elecciones municipales, Arga Sentís, declaró ayer sentirse "avergonzada" por la gestión de la sequía que ha llevado a cabo el Gobierno catalán y, en concreto, el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, de su mismo partido. Baltasar anunció que ya se podían llenar piscinas al tiempo que Tarragona enviaba barcos con agua a Barcelona para paliar su escasez. Sentís calificó de "error imperdonable" el anuncio, que hirió la sensibilidad de los tarraconenses.
La reacción viene a sumarse al abandono en bloque de militancia de la ejecutiva de ICV en Sant Carles de la Ràpita (Montsià) por discrepar en la decisión de prolongar el minitrasvase a Barcelona, que, entienden, va contra el modelo hídrico defendido siempre por ICV. Entre los dimisionarios se encuentran dos concejales de ese partido, Amparo Pérez y Carles Genomilla, que continuarán en el Ayuntamiento como no adscritos. La asamblea local de ICV denunció la "prepotencia y total falta de sensibilidad" de la dirección del partido hacia sus representantes en las comarcas del Ebro, cuyos militantes no se sienten "ni escuchados ni respetados".
El presidente de ICV en las comarcas del Ebro, Jaume Forcadell, pidió ayer que se paralicen las obras de prolongación de la tubería del minitrasvase hasta Barcelona y se piense en otras soluciones a la sequía.
Mientras tanto, el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT), que agrupa a unos 70 municipios más la industria, se reunió ayer en L'Ampolla (Baix Ebre) para aprobar la cesión de agua del minitrasvase a Barcelona, que se transportará en los barcos que han empezado a salir esta semana del puerto de Tarragona. La extracción de caudal de los seis acuíferos tarraconenses quedará muy reducida: de 4,4 hectómetros cúbicos mensuales a 0,4.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de mayo de 2008