La cruz de Gaudí de la Torre Bellesguard, sujetada ahora por una grúa para evitar que se desplome por su inclinación hacia adelante, será retirada del pináculo la próxima semana. Ayer los operarios acababan de montar el andamio sobre el que trabajarán para bajar al suelo la célebre obra gaudiniana, de tres toneladas. La cruz presenta serios daños estructurales por las grietas y además se han roto muchas piezas de vidrio y cerámica del trencadís que la cubre.
Jordi Rogent, responsable de Patrimonio del Ayuntamiento, explicó que se supone que la cruz se deterioró hace 25 años, cuando se restauró la bandera catalana de la base, que fue pintada de gris durante la Guerra Civil. La reforma afectará tanto a la torre como el resto del pináculo, la única zona dañada de esta casa de 1909, de esbelta y frágil estructura. El edificio, muy visitado por los turistas, está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional y las obras las costearán la familia propietaria, la Generalitat y el Ayuntamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de mayo de 2008