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CARTAS AL DIRECTOR

Anulaciones matrimoniales

Benedicto XVI, en su último viaje a Estados Unidos, se decidió por fin a afrontar una de las lacras más escandalosas de la Iglesia: la pedofilia de algunos de sus ministros. Sin embargo, hay otro sector que también reclama su atención y reforma: las anulaciones matrimoniales concedidas por los tribunales de la Rota.

Estos procesos responden, en no pocas ocasiones, a la hipocresía de una clase social y económicamente poderosa que no vacila en saltarse las normas evangélicas más elementales, tristemente con la connivencia de miembros de la curia: se admiten testigos de la parte demandante que difaman y mienten, se ignoran hechos probados documentalmente por la parte demandada y se tergiversan sus declaraciones y las de sus testigos, intervienen psicólogos y psiquiatras que se permiten diagnósticos rotundos sobre las personas a partir de una mera entrevista... si la hubo.

Como creyente y afectada me escandaliza que en el 2008, ciertas autoridades eclesiásticas se avengan a prácticas inquisitoriales que creía abolidas ya en el siglo XIX.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de mayo de 2008