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CARTAS AL DIRECTOR

Autonomías

Mota del Cuervo, Cuenca

Es estupenda esta España de las emulaciones (digo, autonomías). Aquí los vascos quieren ser como si no fueran españoles. Los catalanes quieren ser como los vascos y tener un sistema de financiación legal, aunque sea insolidario e injusto. Los andaluces quieren ser como los catalanes con su realidad nacional y todo. Los valencianos quieren ser como los andaluces y también como los catalanes, y por eso quieren incorporar automáticamente todas las ventajas de todos los estatutos presentes y futuros. Y en último lugar, en Cuenca, algunos castellanos queremos ser como los valencianos y los murcianos para poder tener derecho al agua.

Pero esto no es todo. Sorprendentemente, en estos últimos días he descubierto que ahora, también, los catalanes quieren ser como los castellanos para tener unas desmesuradas cantidades de dinero, procedentes de las arcas del Estado, claro. Así, cuando tengan tanto dinero como tenemos nosotros, los servicios públicos que existen en Cataluña; es decir su sistema educativo y universitario, sus aeropuertos, sus puertos, sus hospitales, sus transportes públicos..., que globalmente configuran una comunidad puntera en España; podrán ser tan buenos como los que todavía no existen aquí. Y es que aquí, por no tener, no tenemos ni derecho al agua.

Es bueno que también a nosotros quieran emularnos y si no pueden emular los servicios que aún no tenemos, que emulen, al menos, nuestras ilusiones. Pero aunque nos vean un poco soñadores, que no piensen que estamos dormidos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2008