La quema del condensador de una lámpara de quirófano hizo que el hospital de la Paz de Madrid cerrara ayer ocho de sus salas quirúrgicas. La medida trata de prevenir una posible intoxicación entre los trabajadores causada por los ácidos procedentes del condensador. Una portavoz del centro señaló ayer que la única persona afectada hasta ahora ha sido un anestesista que presentaba una irritación en los ojos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de mayo de 2008