Decía un simpático amigo que "ahora van a venir a por los gordos, primero fueron los fumadores". Ciertamente, hasta poco tiempo atrás, el tabaco era un complemento social, parecía elegante encender un cigarrillo en determinados momentos y así se plasmaba en el cine, por ejemplo. Ahora, felizmente, el tabaco no está bien visto, no aparece públicamente, ni en anuncios, ni en ningún medio. Supongo que las empresas productoras del mismo se dedicarán a otros menesteres, caramelos, por ejemplo.
Pero ahora la impopularidad recae sobre los gordos. No estamos bien vistos socialmente. Diría más, no se nos soporta. Lo peor es cuando alguien te dice: "Has adelgazado". Como insinuando: ¿es que no te ves? ¡Claro que nos vemos!
¿Quiénes vendrán después? ¿Los bizcos? ¿Los cojos? A mí me molestan otros, pero no diré quiénes son.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de mayo de 2008