Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Reportaje:

La bella del 'country' y la bestia del rock

Robert Plant y Alison Krauss dan un deslumbrante concierto en Londres

Sean tiene 45 años, poco pelo y buenos contactos. "Mi amigo, el que me ha conseguido la entrada de esta noche, trabaja con Robert Plant y me ha dicho que no hará gira con Led Zeppelin. Quizá algún concierto más, pero una vuelta al mundo completa ... es muy difícil. Está feliz con Alison". Sean lo decía anoche en medio de las 15.000 personas que abarrotaban el Wembley Arena de Londres.

En ese momento los protagonistas salieron a escena. Cada uno por un lado del escenario. Andando. Muy despacio. Por la derecha apareció ella: Alison Krauss, estadounidense de 36 años, estrella del bluesgrass y del country. Ayer, rubia, pelo largo, con un vestido verde, botas de tacón y un violín bajo el brazo... Por la izquierda, él: Robert Plant, británico a punto de cumplir 60 años, cantante de Led Zeppelin y leyenda viva del rock and roll. Y anoche estaba pletórico. Con voz impresionante y una imagen envidiable: pelo largo rizado y rubio, perilla, botas de serpiente y pantalón ultra ajustado como en sus años mozos (¡Sí, nenas! Todavía le entra). Tras ellos surgió una impresionante banda clásica de country dirigida por el productor T Bone Burnett (vestido de negro como un reverendo del lejano oeste), el hombre que presentó a Alison y a Robert hace un par de años.

De aquel encuentro nació esta circunstancial sociedad que, a finales de 2007, grabó Raisind Sand, un excelente disco-crisol de sonidos tradicionales (blues, soul, gospel y country) con toque moderno y aliñado por las cálidas voces de dos gigantes. Los dos cerraron anoche una gira por media Europa y EE UU.

El concierto comenzó con las cálidas y envolventes Rick Woman y Leave my Woman Alone. Poco tardó Robert subir la temperatura y en recuperar alguna joya del repertorio de Led Zeppelin. Al tercer tema se desmarcó con la clásica Black Dog, (después sonaron Battle of Evermore y Bring it Back). Tocada con el banjo, el tema se convirtió en un blues pantanoso, sombrío y excitante. Sin abusar de su pasado, es inevitable que el cantante mantenga los movimientos y dejes zeppelianos (¡Diablos! ¡Si los inventó él!). "Bienvenidos a...bueno, no sé cómo llamar a esto, pero bienvenidos". En frente tenía a un público de mediana edad (pocas camisetas y muchas camisas) y a Sean que reflexionaba en voz alta. "Yo estuve viendo el concierto de reunión de Led Zeppelin en diciembre del año pasado y fue impresionante. Pero se nota que esto es lo que de verdad le gusta a Plant".

Y es que Robert siempre ha sido un tipo honesto. Anoche tras dos horas de impresionante y emotivo concierto, alguien pidió a gritos una canción de Led Zeppelin. Él respondió entre risas: "Te has equivocado de lugar". La bestia rockera se despidió con un "volveremos pronto". Y de la mano sólo llevaba a Alison, la bella del country.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de mayo de 2008