Italia cambia de rumbo y se coloca en el centro del debate energético europeo. El ministro de Desarrollo Económico, Claudio Scajola, anunció ayer la apuesta del país por las nucleares. "En esta legislatura pondremos la primera piedra para construir un grupo de centrales nucleares de nueva generación", dijo el ministro ante la asamblea de la patronal italiana, Confindustria.
La resistencia a la reforma de las pensiones en Francia empieza a perder fuerza. Los sindicatos consiguieron ayer movilizar sólo a medias a los ciudadanos, que no acudieron tan masivamente a las manifestaciones como los organizadores habían previsto.
La carrera hacia la Casa Blanca
En la sinagoga de la congregación B'nai Torah, en Boca Ratón, a una hora en coche de Miami, Obama se encontraba anoche con una de las audiencias más difíciles de su campaña, una de las más infrecuentes para él y una de las que más tiene que aprender sobre su vida y sus ideas: los judíos.
La lucha contra el narcotráfico
A la banda de Los Zetas no les tiembla el pulso para asesinar a plena luz del día con ráfagas de metralleta o a machetazo limpio. Han dejado de ser los sicarios a sueldo del cartel del Golfo para montar su propio negocio, un supercartel que pretende controlar el tráfico de cocaína, marihuana y cualquier otra droga en México y EE UU.
El general David Petraeus aseguró ayer en Washington ante el Senado que recomendaría una retirada parcial de tropas en Irak antes de abandonar su puesto en septiembre para ser el nuevo jefe del Mando Central Conjunto (Cetcom), que abarca desde el este de África hasta Afganistán.
Tres millones de pobres están en el centro del nuevo escándalo que sacude a las estadísticas oficiales del Gobierno argentino, después de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) haya hecho pública el miércoles una drástica reducción de la pobreza en los últimos seis meses
Dmitri Medvédev inició ayer en Astaná, la capital de Kazajistán, su primer periplo internacional en calidad de presidente de Rusia, que continuará hoy en Pekín. La elección de los dos grandes Estados asiáticos como destinos iniciales del nuevo líder responde a circunstancias objetivas.
"Es mejor regresar y morir allí, al menos es donde nuestros padres están enterrados", explica Cecil, un mecánico de Zimbabue ansioso por regresar a su país en cuanto reúna los 20 euros que cuesta el billete del viaje. Ayer merodeaba por la estación de autobuses de Johanesburgo, de donde han partido decenas de autocares con dirección sobre todo a Zimbabue y Mozambique.