El cadáver de Hugo S. L., de 27 años, fue encontrado a las diez de la mañana de ayer en las aguas del río Júcar, en Sueca (La Ribera Baixa). El cuerpo sin vida fue descubierto por una persona cercana al círculo de amistades y familiares, que se había movilizado para intentar localizar a este hombre que había desparecido sin dejar rastro la noche del martes de la semana pasada.
El cadáver apareció lastrado con una bombona de gas atada al cuerpo y un saco que podría contener piedras u otros objetos con la intención de mantener el cuerpo en el fondo del río. La titular del juzgado de guardia de Sueca procedió al mediodía de ayer al levantamiento del cadáver y ordenó su traslado al Instituto Anatómico Forense de Valencia para que le sea practicada la autopsia.
Las investigaciones iniciales apuntan a que se trate de un crimen y barajan dos hipótesis. Según la primera, se trataría de un final fatídico e inesperado como consecuencia de una riña o discusión. La segunda apunta a un ajuste de cuentas mafioso por asuntos relacionados con el tráfico de drogas.
Hugo S. L. fue visto por última vez a las 22 .00 en la céntrica calle de Sequial de la capital de la Ribera Baixa, vía de la que fue retirado su vehículo al mediodía del jueves. Su teléfono portátil había dejado de recibir llamadas pocas horas antes, bien por haberse consumido la batería o por otra circunstancia. Hugo, de padres divorciados, mantenía una excelente relación con sus progenitores y vivía con su abuela y abuelo maternos, y el hermano de su madre. La desolación de todo el entorno familiar se hizo dramática al mediodía de ayer tras el reconocimiento del cadáver.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de mayo de 2008