Ginóbili volvió a lo grande. Lo necesitaban los Spurs para no caer en barrena ante los Lakers. Su ignición contagió a sus compañeros y, junto al omnipresente Duncan, puso un punto de inflexión en la final de la Conferencia Oeste de la NBA. Los Spurs agradecieron la vuelta a su casa, en la que son inexpugnables. Vencieron holgadamente y acortaron la desventaja: 1-2. Demostraron a los Lakers que están en disposición de pasarles la mano por la cara. Una seria advertencia. Por algo son los campeones y en las semifinales dejaron claro ante los Hornets que son muy capaces de levantar un 0-2. Nada es utópico si se tiene en cuenta la capacidad resolutiva de Ginóbili (30 puntos con cinco de siete en triples), Duncan (20 puntos y 21 rebotes) y Parker (20 puntos). Kobe Bryant (30 puntos) se quedó solo en la réplica. La excelente defensa de los Spurs dejó a los Lakers en 84 puntos, su anotación más baja en toda la temporada.
SAN ANTONIO SPURS 103 - LOS ANGELES LAKERS 84
San Antonio Spurs: Parker (20), Bowen (5), Finley (8), Duncan (22) y Oberto (7) -cinco inicial-; Ginóbili (30), Barry (6), Horry (0), Thomas (2), Udoka (3), Vaughn (0) y Bonner (0).
Los Angeles Lakers: Fisher (2), Bryant (30), Radmanovic (9), Odom (7) y Gasol (15) -cinco inicial-; Vujacic (4), Farmar (10), Walton (3), Turiaf (2) y Ariza (2).
Árbitros: M. Callahan, J. Derosa y E. Rush. Sin eliminados.
18.797 espectadores en el AT&T Center, de San Antonio. Los Lakers ganan por 2-1 en la final de la Conferencia Oeste.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
21-24
28-15
20-18
34-27
Desaparecido en combate en los dos primeros partidos, Ginóbili percutió con una cadencia demoledora. Esta vez el revoloteo de Vujacic no hizo ni cosquillas a Manu, el de las grandes ocasiones, capaz de forrarse a triples, de provocar faltas y de pasarse el duelo en posición de francotirador. Daba igual quién le marcara.
Mientras los Spurs iban metiendo en el partido a sus pesos pesados, los Lakers iban perdiendo fuelle tras un prometedor inicio (8-15). Fue entonces cuando entró en erupción Ginóbili con dos triples consecutivos. Gasol empezó marcando de forma sobresaliente a Duncan, pero acabó siendo devorado por el bastión de los Spurs. El vapuleo de Ginóbili obligó a la defensa de los Lakers a abrirse y Duncan encontró espacios para elegir su repertorio: un uno contra uno en el poste bajo, un pick and roll, una entrada arrancando desde la línea de tiros libres, un cambio de posición para evitar a Gasol...
Especialmente errático, Odom fue un lastre. Falló mucho de lo muchísimo que tiró. Bryant empezó a toda castaña, pero se fue apagando. Y Fisher volvió a quedarse seco. El trío de ases de los Spurs sumaba 43 de los 49 puntos del equipo en el descanso frente a los 26 puntos del trío capital de los Lakers (Bryant, Gasol y Odom).
El equipo angelino entregó la cuchara en la segunda parte. La superioridad de los Spurs acabó de plasmarse cuando entraron también en vena sus reservas: primero, Finley; después, Barry y también Oberto. El repaso llegó a ser tremendo. La diferencia se elevó a los 20 puntos (83-63) ya bien entrado el tercer cuarto. Era justamente la distancia que remontaron los Lakers en el primer partido, en Los Ángeles. Pero esta vez los Spurs, pese a las arremetidas de Bryant, no pasaron apuros para cantar su primera victoria en un pabellón inexpugnable en los playoffs.
"Ginóbili estaba muy frustrado y sabía que tenía que jugársela y ser muy agresivo. Ha salido con esa urgencia y ha conseguido su objetivo", analizó Gasol. "Lo metía todo sin importar a quién le pusiéramos encima", se resignó Phil Jackson, el técnico de los Lakers, que no tuvieron su mejor día en el ataque y fallaron demasiados tiros libres: sólo ocho aciertos de 17 lanzamientos. "No jugamos nada bien", concluyó Gasol; "tenemos que salir con más decisión, sin miedo a nada y controlando el ritmo del juego".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de mayo de 2008