Rafael Nadal ganó ayer su partido de la primera ronda de Roland Garros al brasileño Thomaz Bellucci por 7-5, 6-3 y 6-1. No fue una victoria rutinaria. Debió jugarse el lunes, pero fue suspendido por la lluvia. Casi ni arrancó el martes (1-1). Y acabó ayer, lo que le obliga a jugar hoy contra el francés Nicolas Devilder. Si vence, quizás tenga que disputar mañana su tercer encuentro en tres días. Novak Djokovic, que jugó el domingo, ya está en la tercera ronda. Y Roger Federer, al que, por su posición en el cuadro, le correspondía debutar el martes, arrancó el lunes antes que Nadal, lo que le salvó del agua.
"No es lógico que tanto Robredo contra Coria como Federer contra Querrey, siendo partidos del martes, jugaran antes que yo", se quejó Nadal; "lo lógico es que hubieran jugado en el tercero, el cuarto o el quinto turno. Y me ponen en el tercero a mí, con los demás empezando antes.
No creo que haya sido una cosa no intencionada. En todo esto yo no pinto nada". El español habló tras dos días partiendo hacia el club a las 8.30. "Quizás haya perdido un pelín el buen ritmo que traía al no poder entrenarme", añadió.
"Éste es un torneo muy importante para París", expuso Djokovic, vencedor de López Jaén por 6-1, 6-1 y 6-3. "Los organizadores deben dar a la gente algo de tenis. Pero puede que sea duro para los jugadores ponerles a esperar todo el día y hacerles jugar dos juegos. Pero no creo que lo hicieran aposta", cerró mientras Óscar Hernández perdía por 6-2, 6-1, 4-6, 3-6 y 2-6 contra el francés Paul-Henri Mathieu en más de cuatro horas.
Federer responderá hoy de sus días de descanso ante Albert Montañés, "un genio de la tierra batida", que dice Mardy Fish.
Nicolás Almagro ganó al argentino Sebastián Decoud por 7-6, 6-2 y 6-1 y ya está en la tercera ronda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de mayo de 2008