Sebastià Salellas, el abogado que adquirió una gran notoriedad pública por su actuación en casos mediáticos como el secuestro de la farmacéutica de Olot, el comando Dixan de Banyoles (Girona) -detención de un grupo islamista acusado de fabricar explosivos- o la quema de fotos del Rey en Girona, falleció ayer a los 59 años en el hospital Clínic de Barcelona a causa de complicaciones en una hepatitis por la que estaba ingresado desde hacía 15 días.
Nacido en Viladamat (Girona) en 1949 y licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1979, Salellas era todo un personaje en Girona, donde compartía despacho con su hijo Benet y donde había sido concejal en los primeros años de alcalde del socialista Joaquim Nadal.
Salellas llevó todo tipo de causas a lo largo de su dilatada trayectoria pero era especialmente conocido por defender a okupas, miembros de movimientos sociales alternativos, colectivos de inmigrantes y personas desfavorecidas. Entre sus últimos casos destacó la defensa de los paquistaníes detenidos en Barcelona por preparar presuntamente un atentado terrorista o la querella contra el fundador de Global Infantil, Gil Lossada, acusado de maltratos a menores en Etiopía.
El letrado combinaba actualmente la abogacía con la docencia como profesor de Derecho Penal en la Universidad de Girona y colaboraba con varias organizaciones en defensa de los derechos humanos.
Colegas y alumnos de Salellas reaccionaron ayer con sorpresa al conocer la noticia del fallecimiento y coincidieron en destacar el "profundo humanismo" del letrado y su "espíritu revolucionario".
"Sin duda se ha ido uno de los grandes y deja un lugar irremplazable en la profesión de las comarcas de Girona", comentó el presidente de la Audiencia de Girona, Fernando Lacaba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de mayo de 2008