No deja de ser interesante la coincidencia en el tiempo del juicio a Jiménez Losantos por graves injurias a Alberto Ruiz-Gallardón con la publicación del libro del ex portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan, bajo el título Lo que pasó: dentro de la Casa Blanca de Bush y la cultura del engaño en Washington, que da ocasión para reflexionar sobre un punto en común que es grave, pero al uso, en la vida política contemporánea: la mentalidad del engaño.
Aunque finalmente -con demasiado retardo- se acaben por desvelar los engaños, los daños, de hecho y políticamente, estarán hechos y serán irreversibles. Nadie puede revertir, ahora, la invasión de Irak como nadie puede, ahora, revocar sus votos para la elección o la reelección de Bush. Del mismo modo, el trabajo de la Cope con Jiménez Losantos, con la colaboración de Pedro J., atizando, con engaños y falsedades, la "santa indignación" de los peores energúmenos de la peor derecha, aunque finalmente quede al descubierto, habrá logrado ocasionar daños irreparables. Para colmo, esta siembra de bajas pasiones se realiza bajo la cobertura de la peor Iglesia católica, no sólo indiferente, sino aprovechando y entrando en impúdicas sinergias con los energúmenos. La posible indemnización de 72.000 euros a Ruiz-Gallardón resulta un precio muy barato para el emponzoñamiento irremediable causado, no sólo sobre Ruiz-Gallardón, sino en el país y sus paisanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de mayo de 2008