La torpeza de la operación la dejó al descubierto. Una vecina de Cullera acudió el lunes al centro de salud con un bebé de 15 días. Quería que le realizaran una exploración. Todos en el consultorio médico la conocen. Y el bebé despertó la curiosidad de todos. Cuando fue preguntada por él, contestó: "Lo he comprado". Y así se destapó la compraventa de un bebé recién nacido por parte de una pareja de Cullera a una joven de Gandia que reside en Dénia, donde dio a luz.
Los cuatro implicados fueron detenidos por el grupo de menores de la unidad adscrita de la Policía Nacional. El titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Sueca (Valencia), en funciones de guardia, acordó ayer su libertad provisional. Prestaron declaración por un delito por alteración de la paternidad mediante una compensación económica. Los cuatro implicados deberán comparecer, según informó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano, los días 1 y 15 de cada mes ante un juzgado. El bebé, varón, está bajo la tutela de la Generalitat.
En Tortosa, una mujer entregó a su hija por no tener dinero para cuidarla
Según fuentes policiales, la madre biológica está en una situación económica tremendamente frágil, no sabe nada del padre biológico, tiene otros dos hijos, de tres y ocho años, y aceptó la venta del recién nacido por una cantidad, aún no precisada por la policía, que oscila entre los 500 y los 1.000 euros.
La pareja que compró al bebé, sin hijos, económicamente en una situación estable, pero con un bajo nivel formativo, según fuentes del caso, aceptó la transacción con la ayuda de una amiga íntima de la familia. Ésta se entregó a la policía al saber de la detención de la pareja compradora, que registró al bebé como hijo suyo.
Por otra parte, la Policía Nacional detuvo a una mujer por entregar a su hija de tres meses a un desconocido en Tortosa (Tarragona) porque, según ella, no podía cuidarla por falta de medios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de junio de 2008