Los nuevos ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero han pospuesto lo más posible su comparecencia en las comisiones que les corresponden del Congreso para explicar qué piensan hacer con su cartera. Muchos de ellos todavía no lo han hecho, aunque antes de que termine el mes todos habrán expuesto sus planes. Las razones son diversas aunque la mayoría ha esgrimido que antes de exponer sus objetivos se les debía conceder algún tiempo para el estudio y la planificación. Pero lo que no han podido esquivar es el examen de la oposición en la sesión de control al Gobierno de las tardes del miércoles.
Eso sí, el Grupo Socialista, en las semanas pasadas y también ayer, ha utilizado su cupo para plantear preguntas a los ministros más bisoños o con ciertas dosis de temor escénico para que fueran entrenándose. Lo cierto es que algunos no han salido mal parados en su primera intervención, de verdad; es decir, en respuesta a la oposición. Fue el caso de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia que ayer, a ojos de su grupo, salió bastante bien de las preguntas del diputado del PP Jesús Vázquez Abad, experto y conocedor de la situación de las universidades en España.
"España pasará el examen para estar en 2010 dentro del espacio europeo de educación superior", concluyó Garmendia tras pormenorizar, asistiéndose ligeramente de los datos que llevaba escritos pero sin leer un texto, las adaptaciones que ya se van haciendo de las carreras universitarias.
La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, tuvo ayer de todo: una pregunta del PSOE, para templar nervios y otra, incisiva, del PP. Al titular de Cultura, Cesar Antonio Molina, todas las preguntas le fueron formuladas por socialistas e incluían numerosos datos para facilitarle la tarea. Fue cl caso del portavoz de Cultura, Rafael Simancas, que ilustró a la Cámara sobre la ampliación del Museo del Prado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de junio de 2008