Les ha costado casi una década, pero, al final, Vetusta Morla han conseguido encajar cada una de las piezas del rompecabezas que da sentido a su infinito universo musical. Y, así, de ser uno de los secretos mejor guardados de la escena independiente madrileña, han pasado a convertirse en la revelación más sonada de la temporada. O casi. La culpa la tiene un álbum, Un día en el mundo, que apunta en múltiples direcciones y esconde sorpresas por todos sus rincones. La cosa va de pop profundo y emotivo, aliñado con la dosis justas de dramatismo y tensión, y un tono poético seductor y bien articulado. Les llueven, por eso, las comparaciones, más o menos maliciosas, con Radiohead, aunque aún andan más cerca, en resultados e intenciones, a los sevillanos Maga. En cualquier caso, si de lo que se trataba era de esquivar los tópicos del rock, tejer un cierto halo de misterio a su alrededor y despertar pasiones entre quienes exigen un plus de personalidad e intensidad a sus bandas favoritas, Vetusta Morla (nombre que, por cierto, remite a la anciana tortuga del Pantano de la Tristeza a la que el protagonista de La historia interminable de Michael Ende acude en busca de respuestas) avanzan, sin duda, en la dirección correcta. Y lo mejor debería estar aún por llegar.
VETUSTA MORLA
El grupo madrileño presenta Un día en el mundo por partida doble. A las 19.00, gratis, en la Fnac (Guillem de Castro, 9), y a las 23.00 en la sala Wah Wah (Campoamor, 52), por 10 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de junio de 2008