Los pantanos de Cataluña están ya al 54% de su capacidad y Barcelona tiene asegurado el abastecimiento de agua. Por ello, el Gobierno suspendió ayer el decreto ley que aprobó el 21 de abril y que permitía trasvasar agua del Ebro a Barcelona.
El Ejecutivo negociará con las adjudicatarias de la obra para que la cancelación "no tenga coste para las arcas públicas y los ciudadanos", según declaró la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
El decreto ley tenía como objetivo afrontar la situación de emergencia en Barcelona y evitar restricciones para más de cinco millones de personas.
Pero las abundantes lluvias de mayo han duplicado el agua embalsada en los pantanos catalanes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de junio de 2008