Los gritos de los vecinos llenaron el hemiciclo aquel 1 de febrero de 2001 y el presidente de la Cámara, Jesús Pedroche, suspendió el pleno. "Fue una cacicada", admite hoy el ex presidente, que reconoce que había una gran tensión política. "El PSOE me llevó al Tribunal Constitucional y me dieron la razón. Pero yo no la tenía".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de junio de 2008