El grupo de Convergència i Unió en la Diputación de Lleida reiteró ayer su denuncia de que el actual equipo de gobierno, formado por ERC y PSC, castiga a los ayuntamientos gobernados por alcaldes nacionalistas a la hora de conceder ayudas directas. Como protesta por el trato discriminatorio, los portavoces de CiU han acordado plantar al presidente del ente provincial, el republicano Jaume Gilabert, en sus visitas oficiales a los municipios de la comarca del Segrià. El boicoteo se oficializó ayer durante la comida que ofreció Gilabert a los representantes políticos del Segrià.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de junio de 2008