Empieza a ser desgraciadamente habitual que los responsables de las federaciones de varios deportes españoles sean noticia por las trifulcas mantenidas con algunos de los mejores representantes de los deportes que dicen representar, normalmente por no priorizar los intereses de los profesionales.
Ha habido un buen número de casos, pero dos de rabiosa actualidad: el tenis y el baloncesto. Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española de Tenis, fuerza a los representantes españoles en la Copa Davis a jugar en Madrid, cuando los jugadores prefieren, justificadamente, jugar en una ciudad a nivel del mar porque allí tienen más posibilidades de ganar. Esto ha suscitado un enconamiento que no sabemos bien cómo acabará.
Y José Luis Sáez, tras una reunión de menos de cinco minutos con Pepu Hernández, el único seleccionador de baloncesto que ha hecho campeona del mundo a España, lo cesa sin más explicaciones.
En fin, es triste que estos sucesos ocurran justo antes de que España juegue unas finales, la Copa Davis y los Juegos Olímpicos, donde tiene muchas posibilidades de optar al título. O quizá, tenía, porque saltar de un caballo a otro en medio de la carrera suele resultar en una dura caída.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de junio de 2008