Las organizaciones de transportistas que han mantenido en jaque al Gobierno y al sector de la distribución suspendieron ayer las movilizaciones. La presión policial -la Guardia Civil cortó el paso a los camioneros que se dirigían a Madrid- y las pérdidas de los camioneros obligaron a acabar el paro. No se descartan futuras protestas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de junio de 2008