Las palas arrasaron ayer en pocas horas un bar, una caseta de salvamento y un club de surf que ocupan unos 500 metros cuadrados de costa, asentadas durante décadas sobre las dunas de Doniños, en Ferrol. La familia Ortega, que durante años residió y regentó un bar con una gran terraza en primera línea de playa, recurrió el derribo en los tribunales y ayer se opuso al desalojo, aunque acabó cediendo a la presión de las máquinas y de la policía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de junio de 2008