Demetrio Pérez, aspirante del sector crítico a la secretaría general del PSOE de Sevilla,
intentó ayer preservar su autonomía e independencia y aseguró "no ser el candidato de nadie" en alusión al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.
El alcalde fue el primero en reclamar un cambio generacional en la agrupación y en pedir al actual secretario general, José Antonio Viera, que no se presentara. Preguntado por la "sombra" que puede proyectar Sánchez Monteseirín en su candidatura afirmó: "No creo que me aporte ni en negativo ni en positivo. Él ejerce un liderazgo institucional".
En su primera conferencia de prensa para explicar su proyecto, el también delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía quiso ser fiel a su compromiso de "ser de otra manera" y evitó palabras gruesas hacia la dirección provincial. Eso sí, pidió a la ejecutiva provincial "medios" para poder desarrollar su campaña y de manera disciplinada dijo estar "convencido de la neutralidad" de la ejecutiva regional en este proceso, aunque es bien sabido que la dirección del PSOE andaluz no ve con buenos ojos esta operación.
Pérez no desveló cuándo mostrará los avales de los delegados apoyando su candidatura. Como Viera, necesita al menos el 25% de las firmas de los compromisarios, una cifra que la ejecutiva provincial pone en duda que vaya a conseguir. "No puedo entender que no se me den opciones a presentarme", comentó.
También tuvo palabras para sus amigos Emilio Carrillo y Antonio Gutiérrez Limones, que apoyan a José Antonio Viera. "Soy amigo de mis amigos y además somos béticos", zanjó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de junio de 2008