Entre las Ramblas y el Paral·lel, ha disparado a todo cuanto llamara su atención. Y siempre sin controlar el encuadre, para poder pasar desapercibido y que su trabajo reflejara la vida cotidiana en el barrio Chino de Barcelona sin poses. Joan Colom (Barcelona, 1921), contable en una empresa textil de profesión y fotógrafo en sus ratos libres, solo hizo una exposición en su vida, en 1961, pero su obra ha sido galardonada con el Premio Nacional de Fotografía de 2002. El Museu Valencià d'Etnologia, en el Centre Cultural La Beneficència, inauguró ayer Joan Colom, fotografies de Barcelona 1958-1964, que recoge la mirada antropológica del autor a través de su Leica. Niños en la miseria franquista, escenas familiares cotidianas, trabajadores en el tajo y prostitutas, sobre todo prostitutas en la calle, retratan en blanco y negro, quizá mejor que un sesudo ensayo, la sociedad de ese barrio. Su técnica obliga a recortar el negativo exageradamente, lo que aporta una textura especial a sus instantáneas. El autor, ahora con 86 años, que no pudo asistir a la inauguración por problemas de salud, sigue disparando su cámara. Ahora en color. Pero siempre sin encuadrar. Y siempre en El Chino. Quizá estos trabajos vean la luz en el futuro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de junio de 2008