El presidente del PNV guipuzcoano, Joseba Egibar, defendió ayer en el Tribunal Supremo a los parlamentarios del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) hasta el extremo de asegurar que su actitud ha "favorecido o permitido" pronunciamientos institucionales contrarios a las amenazas a empresarios y de condena de atentados.
Testigo de la defensa del PCTV en el proceso de ilegalización del partido, Egibar definió a sus diputados como "un grupo volcado en la tarea parlamentaria que circunscribe su trabajo a la tarea parlamentaria". Con respuestas acomodadas a las preguntas de la abogada Jone Goiricelaia, habitual defensora de etarras, Egibar estableció una neta diferenciación entre este partido y Batasuna -"su actitud no ha sido obstruir, sino favorecer", dijo- y redondeó la tarea de Rafael Larreina, diputado de EA, que al igual que él, negó que hubieran participado en altercados o hubieran sido sancionados.
Pero Egibar fue más allá al asegurar que los parlamentarios del PCTV "permitieron o favorecieron" pronunciamientos institucionales del Parlamento vasco de condena de la violencia, en particular una que condenaba la violencia y era una "apuesta inequívoca por las vías políticas y democráticas". A preguntas del fiscal, Egibar se vio obligado a precisar que el PCTV "nunca ha apoyado" ese tipo de mociones aunque "tampoco ha votado en contra".
Pero si Egibar acudió al Supremo a defender al PCTV, a su compañera del PNV Elisabeth Piñol sólo le faltó derramar lágrimas de gratitud a las mujeres de ese partido y en particular a la cabeza del grupo, Nekane Erauskin. Piñol hizo una cerrada loa del PCTV como grupo implicado en la no violencia, "en el respeto a todas las ideas y a todas las personas" y de Erauskin en cuanto a la más destacada y competente de un colectivo de mujeres al que ambas pertenecen.
Cuando el fiscal y el abogado del Estado le plantearon si el PCTV ha votado alguna moción en contra de la violencia de ETA, Piñol recurrió a toda suerte de evasivas para evitar contestar que "no". Primero, subrayó que "no se opusieron" a la condena del asesinato del concejal del PSOE Isaías Carrasco, después dijo que la cuestión "no era si votaron a favor" y seguidamente se escurrió entre distingos entre declaraciones institucionales y proposiciones no de ley, pero siempre sin responder directamente a la cuestión. Cuando resultó más que evidente que estaba eludiendo la respuesta la dejaron marchar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de junio de 2008