El Día Europeo de la Música permite contemplar el panorama musical madrileño, donde hoy se dan cita numerosos solistas y grupos para festejar la jornada en más de 40 conciertos y espectáculos que abarcan escenarios bien distinos. Como los jardines de Aranjuez, sede de un festival de música antigua que se va consolidando, o la plaza de Oriente de Madrid, donde la Casa de Israel ofrece esta tarde un espectáculo de tango, Tángele.
La ocasión se brinda también para repasar las excelencias, y asimismo las penurias, de la música en Madrid. Entre las primeras figura el Teatro Real y el Auditorio Nacional, flamantes emblemas de la singularidad musical madrileña, y entre las segundas, los precios que siguen mostrando las taquillas de determinados espectáculos, así condenados al elitismo. Por otra parte, resulta chocante que en la capital de España, a la que se atribuye el esplendor de la guitarra, no exista un museo público que las exhiba, habida cuenta de la existencia de colecciones como la que ha atesorado durante 50 años el guitarrero Marcelino López Nieto, dispuesto a cederlas al Estado, como explica bajo estas líneas. De igual modo, la Banda Sinfónica Municipal, joya musical de Madrid, con una trayectoria extraordinaria y una encomiable versatilidad interpretativa, atraviesa dificultades. La vivacidad de la música y su potencia expresiva en un día como hoy la ponen los niños de Madagascar, cuya conmovedora historia se cuenta aquí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de junio de 2008